jueves, 4 de marzo de 2010

Hijos de nadie y olvidados de todos

La pobreza en Latinoamérica acrecienta día tras días, la falta de empleo se ha constituido en una de las peticiones mas frecuente de los ciudadanos como también la reivindicación de ser atendidos por sus autoridades.

En Paraguay la pobreza tiene su origen no solo en la falta de oportunidad laboral, existen otros agentes muy influyentes dentro de nuestra sociedad, como ser la falta de capacitación de los jóvenes al culminar sus estudios secundarios.

Hemos  escuchado el último informe en cuanto a los jóvenes laboralmente inactivos y las cifras que se manejan son  estrepitosas, la falta de oportunidad laboral especialmente en los jóvenes ayuda a acrecentar la fechoría juvenil.

Es alarmante observar en las cercanías de la terminal de ómnibus de Asunción a niñas y niños acostados en los suelos deshidratados con hambre y peor aun drogados  o inhalando cola de zapatero, exigiendo ser observados por nuestras autoridades que dan la espalda a esta situación tan denigrante que adorna a nuestra ciudad capitalina.

Se torna muy molestoso abordar un ómnibus  y ser acosado por los niños que se suben a los buses a vender sus estampillas, llaveros etc. Ya que en muchas ocasiones son otras sus expectaciones al abordar el ómnibus más de uno es sorprendido por estas criaturas que no tienen otra cosa que hacer que hurtar para proveerse de un poco de alimento en el día.

En Paraguay existen varias organizaciones “SIN FINES DE LUCROS” que “AYUDAN” a estos niños pero no existe una entidad que los fiscalice para ver que tan positiva es la ayuda que aporta a estos niños, ya que muchas de estas organizaciones explotan a los niños obligándolos a subir a los ómnibus a cantar y pedir dinero.

Es hora de avivarnos y darnos cuenta de que tan mal marcha este gobierno sin gobernante que cada vez se burlan más del pueblo que ha confiado en ellos y en sus promesas de un país mejor.

ANGEL SARACHO.